Científicos del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudian el papel de lataurina para generar células troncales que regeneren neuronas dañadas por enfermedades como Parkinson, Alzheimer o el propio envejecimiento.
"La taurina (aminoácido que se encuentra en los tejidos de muchos animales, incluidos los seres humanos) desempeñará un papel decisivo para que esas células proliferen y se trasladen eficientemente a los sitios donde sean requeridas", dijo Herminia Pasantes, investigadora del Instituto de Fisiología Celular de la Máxima Casa de Estudios.
Luego de analizar durante casi tres décadas el comportamiento de la taurina, Pasantes y sus colaboradores estudian su efecto sobre la proliferación y diferenciación de células troncales.
"Al estudiar las troncales pudimos ver que la taurina aumenta su proliferación; después veremos si es necesaria para su migración y buscaremos el mecanismo mediante el cual realiza estas acciones. Con ese esquema explicaremos por qué es importante en la maduración correcta del cerebro", comentó Pasantes.
Antecedentes
De acuerdo con evidencia relativamente reciente, existe la certeza de que en el cerebro adulto hay células de este tipo, que dan origen a nuevas neuronas. A este hallazgo contribuyó de manera decisiva Arturo Álvarez Buylla, que se formó en la UNAM y que obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica por sus estudios en neurogénesis.
El trabajo de Álvarez Buylla fue de los primeros en demostrar que se podían formar neuronas a partir de las troncales localizadas en dos regiones muy pequeñas y específicas del cerebro adulto, lo que echó por tierra la creencia de que no se podían reponer una vez perdidas.
En la actualidad, Pasantes y su equipo pretenden saber si la taurina participa en los mecanismos mediante los cuales las células troncales generan otras que podrían diferenciarse y trasladarse a lugares donde algunas murieron por accidentes, enfermedades neurodegenerativas o por envejecimiento.
"Nuestras investigaciones nos dan una razonable certeza de que la taurina será un factor que facilite ese proceso, y de que, al igual que lo hace en el cerebro en desarrollo, favorecerá la proliferación y la migración de las células troncales adultas para dirigirlas a los sitios donde sean requeridas", reiteró.
Con otras células las cosas pueden ser más sencillas; con las del cerebro el proceso se complica porque no basta con tener una troncal con el neurotransmisor de la neurona que murió, sino que debe llegar al sitio donde ocurrió la pérdida y restablecer los contactos funcionales que tenía con otras.
"Supongamos que la troncal ya se diferenció en una neurona que liberará el neurotransmisor que hace falta, dopamina para el Parkinson, por ejemplo; entonces, hay que colocarla en el lugar donde murió la original y esperar a que haga el contacto adecuado con las otras, para que les dé la orden y se restablezca el control motor perdido en el paciente", explicó Pasantes.
Aminoácido indispensable
Si la taurina faltara en el desarrollo del cerebro, es decir, hasta los primeros años de vida del individuo, la migración y la organización de las neuronas no resultarían exitosas. Por ello la investigadora recomienda a las mujeres embarazadas consumir alimentos que la contengan como la carne, nueces, pistaches, avellanas y todas las variedades del frijol durante la gestación, la lactancia y después del destete, proporcionen al niño una dieta que los incluya.
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